EL BAILE DE LOS MALDITOS
[Nota: crítica ligeramente al estilo “métele hacha”.]
Características básicas: película antigua, B/N, bélica (WWII), unas 2h 40m, protagonizada por un joven Marlon Brando.
Esta historia se divide en tres partes o, mejor dicho, en tres personajes:
-Un oficial alemán que quiere creer que hace lo correcto y, sin embargo, no puede evitar enfrentarse a la dura realidad: está trabajando al servicio de una maquinaria bélica cruel e inmisericorde.
-Un tímido soldado americano judío que acaba de descubrir el amor de su vida justo antes de ser alistado. Algunos compañeros y un oficial le hacen la vida imposible.
-Otro soldado americano, estrella de Broadway, amigo del anterior, que también acaba de ser alistado. Él no cree que sea un cobarde, pero prefiere estar lejos del frente. Del mismo modo, no se decide a casarse con la mujer a la que ama.
Comencemos con el aspecto, por así decirlo, técnico: la música, la fotografía, el montaje… todo cumple. Las interpretaciones, en general, son buenas.
Y luego tenemos a Marlon Brando.
Y tenemos una parte que es claramente mucho más interesante que las otras dos, ñoñas y aburridas en comparación con la anterior.
Naturalmente, es el carismático actor quien da vida al torturado oficial alemán. Su interpretación llena la pantalla, su historia es claramente superior a las otras; y los cortes para pasar a dichas ñoñerías (que si la chica me quiere, que si mi camarada me mira mal porque tengo la nariz demasiado grande) no hacen más que desesperar al espectador, ávido por seguir de cerca los dilemas morales a los que debe hacer frente el bueno de Brando.
Llegados a este punto, es conveniente despotricar contra la labor llevada a cabo por la abominable censura franquista. O querían obtener una película “para todos los públicos” o consideraban las alusiones negativas al ejército alemán (¿nuestros amigos en aquel entonces?) como simplemente tendenciosas; pero las escenas en las que se ve cómo los nazis torturan, rematan a los enemigos heridos, etcétera, fueron sistemáticamente cortadas. Es por ello que tales escenas sólo pueden visionarse en inglés… y, en mi caso, sin subtítulos. Resulta incómodo estar oyendo a Marlon Brando en perfecto castellano… ¡y de pronto, si previo aviso, se pone a hablar en inglés con acento alemán y no le entiende ni su madre!
No me embarcaré en largas disquisiciones sobre las atrocidades del régimen nazi; pero si lo mejor de la película consiste en la lucha interna del oficial alemán entre su sentido del deber y su conciencia, ¡resulta no sólo absurdo sino estúpido suprimir aquellas escenas que muestran, precisamente, cuál es el origen de esa lucha interna!
Mi recomendación: consigue una versión de la película recortada a la hora u hora y medie que corresponde a Marlon Brando; ante la imposibilidad de obtenerla doblada al 100%, tendrás que conformarte con una VOSE… Vale, eso es imposible. Entonces, ¿es mejor no verla? Bueno, siempre puedes conseguir igualmente la VOSE completa y saltarte las escenas ñoñas para ver únicamente lo que importa de veras.
Una cita memorable: “¡Recuerde quién es usted! ¡Usted es un oficial del ejército alemán! En nuestro ejército no hay sitio para los sentimentalismos, ni para la moralidad, ni para el individualismo. Sólo importa una cosa: ¡obedecer las órdenes!”