Se trata de un librito de unas 150 páginas, escrito por León Tolstoi, el conocido autor ruso de "Guerra y Paz". Tal y como aclara la nota introductoria, está basado en las propias vivencias de Tolstoi; fue destinado por un tiempo como oficial del ejército ruso al Cáucaso, un periodo de su vida del que el escritor guarda un buen recuerdo.
Olenin es un joven aristócrata ruso que vive de manera ostentosa pero sin encontrar ningún placer en ello. Decide alistarse en el ejército y, merced a su elevada posición social, consigue una plaza de subteniente en el Cáucaso. Al llegar allí, se instala en una aldea cosaca, entrando en contacto con esas fogosas gentes y una naturaleza grandiosa y salvaje. En medio de ese reconfortante e inspirador entorno, Olenin creerá descubrir cuál es el sentido de la vida: vivir para los demás.
La mejor palabra para definir el libro es "pintoresco", pues constituye un vívido fresco de cómo vivían los cosacos en el s. XIX: un pueblo indómito, con hombres aguerridos y bellas muchachas; un pueblo que veía con buenos ojos cazar, beber constantemente y saquear a los enemigos abatidos.
Creo que se trata de una de las primeras obras de Tolstoi, y eso (unido a la más que dudosa edición que cayó en mis manos) le resta algunos puntos: no se sabe muy bien cuándo está hablando cada uno, o cuándo dejan de hablar y se ponen a pensar para sí mismos. Los distintos estilos (descripciones, conversaciones, reflexiones) no están, aveces, todo lo bien hilvanadas que deberían.
No obstante, el libro se lee rápido y con interés, permitiendo al lector hacerse una idea de cómo vivían los cosacos. La trama en sí está bien, y el final es tan rápido y contundente como en una película de Hitchcock.
Sin embargo, reconozco que tienes que estar mínimamente interesado en el tema; de otro modo, dudo que el libro te enganche por sí solo.