Por fin ante el Primero. La batalla Final

Miro la criatura, todavía queda esperanza.

Las renovadas fuerzas del conjuro de Yulan hace que a Keira hace que le vuelva a crecer el aura chispeante, aún conserva algo de fuerza.
Lentamente se acerca a la criatura, ésta la ataca posando su destructora mano con su legítima espada pero en un solo segundo estoy corriendo a través de su filo para llegar hasta esas pequeñas rendijas que son sus ojos y atacarlas con varias golpes criculares y conseguir salir de ahí antes de la embestida por parte de la criatura.

[1º Acción realizo dos ataques]

Keira, se lanza valientemente al ataque, lanza varios golpes y comsigue cegar momentáneamente al I.

Sin embargo al volver a pisar tierra se da cuenta de que tampoco ha hecho mucho daño.

La situación es desesperada, y Keira, con un brazo menos es la que peor está.

En ese momento escuchais una voz:

-¿Qué haces estúpida? Si no sabías manejarla no debiste haberte quedado mi espada

En ese momento este personaje aparece junto a Keira:

Spoiler:

-Ahora - dice Willem Schnaider, el Séptimo,- grita conmigo

DESPIERTA RAZAKURR!!!!

En ese momento la espada desprende poderosísimas llamas, como nunca antes la habias visto, Willem te hace una señal, y ocupando el puesto del brazo que le falta a Keira, blandis la espada y ejecutais un poderosísimo tajo. Una gigantesca llamarada sale disparada contra el I, el cual pierde un brazo cuando Razakurr, impacta con toda la fuerza contra el.

Yulan ya no le queda mucha energía mágica. Sin un instante que perder las espinas vuelven a salir del suelo atravesando la carne del I. Yulan ya no le queda mucho tiempo

(Lanzo 8 espinas de tierra. Coste total 200. Daño 60. )

Los espíritus de la Ordo Dracul se despiertan, todavía queda esperanza, todavía la hay

Todos se unen en un único gran ataque, Keira saca su mochila y empieza ha sacar los objetos de la Ordo Dracul:

-Yulan, los espíritus de la Ordo Dracul han venido a ayudarnos, podemos conseguirlo, todavía no es demasiado tarde

Entonces saco el Espejo de los Sextos con la esperanza de que mi llamada llegue hasta el espíritu de Emil

Después de eso vuelvo a luchar contra la criatura con fuerzas renovadas provocándole fuertes tajos alrededor de su pecho

[Realizo dos ataques con -25]

Mientras Yulan prepara el hechizo el I lanza uno de sus terribles puños contra el.

Cuando Yulan se esta preparando para recibir el golpe observa atónito como el puño del I parece haberse metido en un vórtice, sin embargo, tras una inspección más cuidadosa os percatais de que no es un vórtice

es un espejo.

Junto a el veis a esta figura:

Spoiler:

-No es preocupeis por la defensa- dice Emil Fassbinder, el Sexto.- Yo me ocupo.

Dicho eso el espejo del Sexto refleja el ataque de su oponente y este se dobla de dolor al sentir su propio daño.

Mientras tanto Yulan no pierde un segundo y le lanza una nueva salva de espinas.

Yulan esta vez le da igual ya lo que va ha pasar. Lanzando un único ataque ocho espinas que salen simétricamente del suelo e impactan en forma de vórtice contra I. Este finalmente se fractura en ocho trozos haciendo que borbotones de sangre caigan a la lava. Ahora lo único que ven es el vapor de la sangre del que no debería haber existido jamás…

(Lanzo 8 espinas de tierra)

Unas relucientes alas le crecen de la espalda de Keira, la energía vuelve a fluirle el poder, el poder de la esperanza.
Como el relámpago Keira coje los brazaletes del Tercero, la única arma que le queda, y empieza a embestir con furia sobre todo el cuerpo de I y en todas las direcciones, haciendo que en pocos segundos los guantes queden marcados por la sangre. No sabe utilizarlos con exactitud, pero ella se deja guiar por el poder de aquella generación de auténticos guerreros como son los Terceros, ya queda poco para el final de la criatura

Mientras lanzais la últiam ofensiva escuchais una voz:

-No os dejeis vencer por vuestros miedos, porque aún hay esperanza.

En ese momento veis aparecer a Devereux, el Cuarto

Spoiler:

El Cuarto os acompaña en el ataque lanzando vertiginosos golpes con su arma. Jamás hubierais creido posible que en tan poco espacio de tiempo se pudieran lanzar tantas estocadas.

Mientras el Cuarto ataque escuchais un sonido que parece el de un edificio al derrumbarse. Agarrado a la espalda de la criatura veis a este hombre

Spoiler:

l Tercero con sus temibles puños inglinge un terrible daño a vuestro enemigo.

Al fin, todos realizais un ataque conjunto.


El I cae al suelo. En ese momento veis como vuestro camaradas uno a uno van desapareciendo mientras os sonrien y felicitan.
Cuando desaparecen el I se vuelve a incorporar. Se dispone a lanzar un último ataque con el Arma de Garrios, pero derepente ésta empieza a brillar intensamente y parece como si se estuviera rompiendo.


Un mar de enrgía brota de la espada y os postra a todos al suelo. Sentis como vuestras últimas fuerzas os abandonan y acuden a la espada [Estais a cero puntos de vida] también sentís que todas vuestras energías mágicas, y de ki también os abandonan [cero de ZEON y de Ki]. Poco a poco sentis cómo la espada os va succionando la vida, pero veis que a Khalib también le ocurre lo mismo.


O peor...


La espada atrae todo a su interior con tal fuerza que teneis que agarraros a algo para evitar ser succionados por el poder de la espada.

Al final el mismo Garrios termina cayendo en ésta. En ese momento la espada parece quebrarse, o sería más exacto decir que la espada sale de crisálida, ya que lo que queda es la auténtica forma de la espada.
Desprende una luz de tal claridad que no podeis verla bien.

En ese momento escucháis unos pasos. El tiempo parece enlentecerse mientras alguien viene.
Cuando esta lo suficientemente cerca veis que se trata de una mujer. Va impecablemente vestida, es de una belleza arrebatadora y tiene una larguísima caballera negra como la noche.

Spoiler:

La mujer se aproxima al arma, y haciendo un gesto ésta se coloca sobre la palma de su mano, aunque sin tocarla. Entonces, con el tono de satisfacción que tiene el que recoge tras haber cosechado hace mucho, dice:

-Sabía que conseguirías despertarla.

La extraña mujer, con el arma, se marcha.

En ese momento la nada os inunda