De Albídion a las Marcas Grises. ¿¡Donde te ocultas?!

Durante unos instantes permaneceis quietos ante la blanca escalinata del palacio del Cardenal

Sabeis que la ciudad esta completamente inundada con guardias y soldados fieles a la Iglesia. Según parece, por lo que ha dicho la criatura que estaba en la sala de recepciones del Cardenal, vuestra tapadera como verdaderos miembros de la Ordo Dracul se ha esfumado, con lo que sería prudente pensar cómo podeis escapar de allí y poder coger algún tipo de vehículo que os lleve hasta el puerto de La Fe.

Yulan dice que es mejor no hacer magia y desde luego, hacer gala de poderes sobrenaturales podría ser harto peligroso.
¿Como saldreis de la ciudad?

Las ideas empiezan a brotar de mi mente, pero intento tomarles forma como para que puedan resultar útiles, la primera que se me ocurre es distraer a un par de guardias y robarles sus uniformes, pero Yulan todavía es muy bajo, mi complexión es demasiado diferente a la de un guardia normal y mi pelo azul contrastaría demasiado, incluso si me lo cortará o lo ocultara en la ropa tendríamos el problema de nuestro equipamiento y armas, tendríamos que llevarlos y eso también llamaría demasiado la atención.

Lo siguiente que se me ocurre es llamar mucho la atención en ciertos puntos de la ciudad para dividir la guardia, eso podría ser buena idea, lo primero que se me ocurrió era llamar al relámpago para provocar fuego en varios sitios, pero es demasiado coincidente y sospechoso, y aún más lo sería si de la misma forma repentina que se oscurece el cielo y se crea una tormenta ésta desaparece de la nada, tendríamos a media inquisición siguiéndonos y buscando cada barco.

Así que finalmente la única idea tangible que me viene a la mente es provocar fuego pero de una forma manual y sin poderes, decido que lo mejor es crear fuego en varios sitios a la vez de la forma más rápida posible para dividir lo máximo posible a la guardia, pero luego me asalta a la mente que siendo éste uno de los países más ricos que debe de haber en Gaia, hay muy pocos edificios de madera únicamente y será muy difícil hacer propagar un fuego a no ser que se use brea o aceite.

Tras meditarlo decido que lo mejor será la última opción, pero antes de comprar la brea necesito indicaciones, pregunto a algún mendigo con una brillante pieza de oro cuales son algunas de las iglesias más importantes, así como lugares de relevancia y cuarteles de la guardia, le digo, dándole la moneda, que si quiere otra me enseñe tales sitios con él como guía, además le digo que me lleve por las calles más estrechas y las que menos guardias pasen.

Mientras ese anciano me lleva a los sitios indicados yo saco un gran papiro y empiezo ha dibujar el camino que vamos tomando a la vez que intento memorizarlo, así tendré un pequeño mapa de las calles menos transitadas así como un mejor conocimiento de la ciudad, si necesito ayuda pediré a Yulan ayuda, ya que él seguro que tiene una mayor capacidad de memorización y probablemente mejor dibujo.

Después de que me enseñe varias iglesias, un orfanato, dos colegios de monjas y cuatro cuarteles de la guardia cercanos, decido ir a una tienda de productos de fabricación y le compro tres carretas llenas de barriles de brea cubiertas con una ancha lona, me cuesta cerca de 40 MO y le doy 10 MO más si me los envía a los lugares que le indico, siendo una de las iglesias y dos cuarteles de la guardia, le digo que no lo envíe directamente, simplemente que lo ponga cerca de la entrada.

Tras eso simplemente espero a que caiga la noche, una vez Yulan y yo nos sentamos me dirijo a pedir dos cervezas, cuando, por fin, harta de guardar tanto las apariencias tomando el amargo y repugnante sabor de la cerveza le digo al mesero que me de un vaso de leche, decido sentarme con Yulan y esperar a que pase el tiempo, hablando sobre cosas un poco triviales ya que no nos encontramos en un territorio donde podamos decir con libertad todas las cosas que nos están pasando.

Después de pensar en tu plan te das cuenta de que no necesitas a un mendigo para que te diga cuales son los edificios más importantes ya que, a simple vista puedes distinguir cuales son los más altos y por tanto más importantes. Por otro lado te encuentras en medio del núcleo de la Iglesia en uno de los barrios más exclusivos y con edificios más simbólicos e importantes, como por ejemplo, la mansión del XIII Cardenal.

A la hora de empezar a ejecutar tu plan, tras darle una moneda a un anciano para que te guíe te das cuenta de que donde más guardias hay es en los sitios más importantes, y que si quieres ir a todos los sitios de los que te había hablado el buen hombre, tendrás que caminar más de lo que sería necesario para salir de la ciudad.

Tampoco encuentras ningún sitio donde te puedan vender tal cantidad de brea.

Tras desistir finalmente de la idea comienzo a pensar que moverse por la ciudad va ha ser mucho más complicado de lo que pensaba, así que no solo no puedo moverme entre muchas tiendas sin llamar la atención sino que tampoco hay demasiados puntos por donde pueda pasar por el que no llame la atención.
Finalmente decido que lo mejor es que si no podemos ir por tierra, quizás una idea mejor será ir bajo tierra.
La ciudad debe de tener un sistema de alcantarillado o un acueducto para transportar los residuos, siendo ésta la ciudad que es sería difícil que no estuviera.
Tras andar mucho llego a una de las bocas, la más alejada que he encontrado:

-Yulan, a partir de aquí me encargaré yo, no uses la magia si no hay otro remedio, pero siempre el último a usar, como no seremos los únicos con la misma idea puede que haya gente abajo, entre ellos incluso trabajadores, si nos encontramos con guardias los derribaré.

Tras eso cuando me he alejado un poco empiezo ha susurrar unas palabras mientras mi hoja relampaguea de energía al mismo tiempo que paso mi mano por el filo de mi espada:

-Sh´shelrssts -me oigo a mí misma pronunciar, palabra que no podría pronunciar de otra forma que no fuese en éste momento, tampoco sé que es lo que significa, es como si mi propia lengua hablase el idioma de mi Ki.

Lo que si se es que ésta pequeña técnica me permite poder alcanzar a los enemigos en puntos vitales con más facilidad y es lo suficientemente baja como para que no aumente demasiado mi flujo del Ki y oscile en demasía. Con el rato mi energía deja de manifestarse pero hace aumentar ligeramente mi aura aún invisible y que despertará en cuanto yo vea algún tipo de amenaza.

Mientras seguimos avanzando, procuro dejar marcas a lo largo de las paredes e intentamos avanzar son sigilo, aunque no seamos muy mañosos en esa práctica, vamos hacía el este, que es donde debería de estar el puerto.

Fácilmente encuentras un acceso a las alcantarillas, tras levantarlo bajais con cuidado, intentando no prestar atención al olor que de allí emana.

Dejais bien cerrada la boca de la alcantarilla para no levantar sospechas y lo primero de lo que te das cuenta es que no veis absolutamente nada, estais completamente a ciegas

-¡Despierta Razakurr!

La explosión de llamas que hace aparecer la verdadera forma de la Razakurr provoca una gran llamarada, dejando al final una candente espada de llamas, lo suficiente como para poder iluminarnos, con ella enciendo un par de antorchas que tenemos en la mochila Yulan y yo y desactivo el arma, volviendo a convertirse en una espada mellada:

-Mejor así, si nos encontramos a alguien en las alcantarillas sospecharán aún más si llevamos la espada activada, sigamos

Nos dirijimos intentando guiarnos por el sistema de alcantarillado

Allí abajo es muy difícil guiarse y rápidamente perdeis el norte, no sabiendo a dónde debeis ir.

[Haz una tirada de alguna habilidad de percerpción, argumentando porqué esa habilidad te puede ayudar en este caso concreto]

Realizo entonces una tirada de Advertir, tratándose de una habilidad perceptiva que se aplica de forma pasiva de la habilidad de una persona de advertir con sus cinco sentidos los acontecimientos que ocurren de forma innata, me servirá para saber en qué lugares se nota la corriente del aire, o la inclinación del sol a través de las bocas de la ciudad o de las rendijas me permitirá saber en que dirección estoy así como el olor del mar para saber a que distancia puedo estar del puerto.

(Tirada de Advertir total 269)

El paseo a través de las cloacas es desagradable hasta el extremo, pero a veces el deber exige sacrificios.

Sabeis que vuestra tarea se dilataría demasiado si tuvierais que confrontar a los guardias, así que lo mejor es darse prisa ya que el destino aguarda en las marcas grises.

Después de demasiadas horas entre desechos os parece llegar al final del camino. Por cuestión de cautela, antes de emerger de entre la inmundicia, os asegurais de que no hay nadie cerca por encima de vosotros, para ello Yulan, gracias a su magia lanza un cojuro para detecter seres vivos, y lo mismo hace Keira pero con su innata habilidad de dominio del ki.

El resultado del análisis es que no hay nadie cerca, y por lo tanto podeis salir con seguridad. El sol os ciega ya que habeis pasado mucho tiempo en la penumbra. Decidis que antes de dar cualquir paso debeis limpiaros un poco para quitaros ese inmundo olor, para vuestro regocijo cerca veis un pequeño lago o estanque que podría serviros.

Al terminar empezais a mirar a vuestro alrededor, estais a las afueras de la ciudad de Albíon, desde donde estais veis las nacaradas agujas de la señorial ciudad. También podeis ver cerca un camino que debe llevar hasta la ciudad más próxima en la isla, que es la Fe.

-¡Abel!, que fría está -digo mientras toco el agua con mi pie desnudo
Lentamente empiezo a hundir mi cuerpo en las aguas cristalinas del lago, creando multitud de ondas que tardan varios minutos en volver de la anchura del lago.

Una vez siento mi cuerpo más relajado no puedo volver a pensar en la incómoda situación que se ha provocado antes.

-Yulan ya no tiene nada de niño, ya es casi un hombre y en esa etapa de asolescencia hay cosas que él no puede evitar, tampoco le culpo, y yo por mi parte no podía evitar sensirme ciertamente tentada a observar su cuerpo, no sé ya que es lo que siento por ese muchacho, pero no he podido evitar ruborizarme

Me doy cuenta de que he vuelto ha decir lo que pensaba en voz baja y decido continuar mis pensamientos en mi interior, quizás, cuando todo termine...

En cualquier caso no tardé en correr hacia la otra punta del lago, mi rostro ya es el que era antes y necesitaba una privacidad que no podría tener con Yulan conmigo:

-Será mejor que no diga nada, haré como que no ha pasado nada y continuaremos el camino... -me vuelvo ha decir

Una vez pasados varios minutos de tranquilidad necesarios mis pensamientos me devuelven a cosas más importantes, ¿quien era esa mujer de la espada?, ¿cómo sabía lo de la espada de Khalib?, ¿y la propia espada?, ¿hasta qué punto se despertó con la vida de varias generaciones de la Ordo?, ¿cuántas liberaciones más tendrá?, ¿cuando llegué a la última fase se activará la profecía que predijo el ser que nos habló?

Me doy cuenta de que cuando llegas a hacer ciertas cosas, cuando los límites que consideran la humanidad como imposibles los rompes, sientes cierta satisfacción al volverte cada vez más poderoso, es casi como una droga, una sensación que te recorre de creer estar más cerca de los cielos, como si fueras un Dios. Yulan lo siente, se siente mejor si tiene mayor poder, ¿cuál es el límite?, ¿alguna vez alguien se lo ha llegado ha pensar?, ¿existirán filósofos que habrán llegado a la controversia a la que yo me encuentro?, ¿se creó alguna ley que lo reguló?, ¿alguien hizo algo o simplemente cada uno lo hace como cree?

Aún peor:

-¿Pararé yo de reunir poder o me veré consumida por mi propia chispa vital en una interminable ambición por conseguir poder?, ¿podré parar a Yulan?

Mi rostro atribulado es lo único que el agua no puede limpiar.

Decido que por el momento no es hora de pensar en esas cosas, que cueste como cueste hay que detener lo que el Cardenal comenzó, y cuando todo termine...

...cuando todo termine, ¿me habré vuelto tan poderosa que solo querré poder y alguien como yo tendrá que vivir la vida que tuve que vivir tan solo para que me tenga que matar?, ¿y a su vez tenga que existir otro alguien que mate al que me mató?

La paranoia me hunde, no se que hacer, pensar en un futuro es un imposible en este momento, por lo que veo mucho más sencillo verlo como pasos, y el siguiente paso es limpiar mi ropa, eso puedo hacerlo.

Tras limpiarme y vestirme me dirijo a donde he dejado a Yulan, al verme observo su rostro sonrojado pero enseguida cambia a uno mucho más serio en cuento me observa:

-¿Te encuentras bien Keira?
-Odio bañarme, no es solo que sea contrario a la energía que yo manipulo, sino que me hace recordar y pensar en cosas que solo me ponen triste.

Extiendo mi mano, Yulan me la coge y seguimos camino a la Fe, más recuperados y descansados que antes.

.........................

En alguna parte del camino le pregunto:

-Yulan, ¿has pensado alguna vez en lo que te dije?, ¿en qué no tenías que estudiar esa magia oscura y pensar centrarte en aspectos más positivos sin que eso no haga que seas menos fuerte?

-Keira-empieza a decir Yulan- por ahora tenemos claro a donde tenemos que ir. No podemos saber en qué nos convertiremos en un futuro o quienes seremos nosotros dentro de determinado tiempo, para calcular todas las posibles variables tendríamos que dividirnos en cientos de copias de nosotros mismo y eso es ridículo, por ahora céntrate en lo que tenemos delante, que además exigirá que demos lo mejor de nosotros, ya habrá tiempo para preguntarse o para filosofear, pero cuando el trabajo este hecho.

>>En cuanto a lo que me preguntas de la magia... La magia es un arma, nosotros decidimos como darle forma, y ahora la necesito tal y como esta para que podamos derrotar a nuestros enemigos.

>>Yo mismo me he hecho las preguntas que tu acabas de hacer sobre la Ordo Dracul. La verdad es que no creo que la espada despertara realmente hasta que matamos a Khalib, tengo la sensación de que aquello era lo que Ella esperaba, aunque no entiendo el porqué. En mis estudios he encontrado textos sobre artefactos de inmenso poder, también he leído leyendas e incluso ensayos científicos sobre las cualidades de ciertas armas de leyenda, pero nada que me recuerde ni por asomo a lo que vimos y sentimos tras el combate contra Garrios. Tampoco creo que la Ordo conociera a aquella mujer, si lo hubieran hecho supongo que lo habrían reflejado de alguna forma en las historias que fuimos encontrando. Aunque... ahora que lo pienso nunca encontramos al relato del Tercero...

>>Bueno, sea como sea será mejor que nos pongamos en marcha, no crees?

Tras la conversación seguís caminando. Os sentís refrescados y más limpios, no solo en el plano físico, sino también de una manera espiritual. Sabiais que os debíais más de una conversación, y con la que acabais de tener los dos os sentís algo más cerca de días menos oscuros.

El camino hasta La Fe es todavía largo, y deberíais tomar algún carromato o caballos para llegar allí antes de que anochezca. A unos doscientos metros veis una pequeña granja, quizás puedan ayudaros allí.

Me alegro escuchar lo que me dice Yulan, al menos no se ha cerrado totalmente en banda, sino que me a dado razones, eso ya es algo, además siento como que el tema de la mujer no fuera tabú, sino que podemos hablarlo y compartir opiniones.

-Vamos a preguntar si podemos comprar algún tipo de montura o vehículo que nos llevé hasta la Fe -con radiante felicidad en mi rostro

Entramos en la granja, no hace falta que tengamos que buscar a nadie porque un hombre no ha tardado en levantarse y acercarse a nosotros preguntando que era lo que queríamos:

-Buenos días -o buenas tarde según la hora que sea- tenemos prisa por llegar hasta la Fe, ¿nos puede proporcionar caballos o algo que nos permite ir allí rápido?, también sería de agradecer si nos da unas señas para llegar hasta allí lo más rápido posible, pagaremos bien

Tras recibir la ayuda necesaria así como ciertas indicaciones y pagar lo necesario ponemos rumbo en marcha con los caballos a trote a la ciudad para llegar cuanto antes, cuando la veamos en el horizonte procuro observar si hay tanto control de la guardia como la que había en Albidión, en ese caso iremos por una ruta distinta que haga que eludamos el control.

No teneis problemas en conseguir un caballo, ya lo comprais dándole más del doble de su precio al propietario.

Al cabo del rato divisais el puerto en el horizonte. La Fe esta parcialmente cubierto por murallas, y podeis prever que habrá controles, pero son más fuertes para entrar en la isla que para salir, sin embargo la prudencia ordena tener extremo cuidado para poder salir de la ciudad.

Previendo que le entrada de la ciudad estará atestada de guardias le digo a Yulan que hagamos un rodeo por las murallas de la ciudad, las murallas no son demasiado altas ni gruesas así que podría saltarlas, incluso llevando a Yulan y el equipaje puedo hacer con mi Ki que no pese y saltar grandes distancias gracias a mi abrumadora agilidad, lo único es que necesito asegurarme de que no haya nadie al otro lado que nos vea y para eso voy cada pocos segundos haciendo una onda de Ki para detectar energía del Ki en el otro lado, si en al menos 25 metros a la redonda no detecto nada, será suficiente como para que pueda subir la muralla asegurándome de que nadie me vea.

Calculando un punto ciego para la guardia de la ciudad entrais en la ciudad de la Fe. La urbe portuaria sigue exactamente igual que la última vez que estuvisteis aquí, el viento transporte el aroma del mar que para vosotros significará alejaros por fin de esta isla donde estais en constante peligro.

Mientras avanzais por las calles atestadas de carros, mercancías y personas, podeis ver como hay varios navíos que parecen preparados para zarpar. Podríais intentar colaros en alguno sin que os vean o bien podríais intentar comprar un pasaje.

Nos sobra el dinero así que podríamos comprar el pasaje, mejor así que si nos descubrieran inmediatamente, pero es un riesgo constante el intentar que nos dejen entrar y la guardia podría registrarnos, aunque supongo que una vez estemos en el barco podríamos tomarlo, al fin y al cabo nadie se daría cuenta, al menos no en ese mismo momento.

Compro pues el pasaje, me pongo la capucha y me tapo el pelo, esperando que no me vean.

Os acercais a la oficina portuaria más cercana y solicitais viajar en el próximo barco que salga de la isla, con destino preferentemente hacia las Torres o incluso hacia Baldemar que son los dos destino que más cerca os dejarías de las marcas grises.

Afortunadamente el hombre que os atiende os informa de que podríais ir en un barco de mercancías que sale en una hora hacia las lejanas tierras de irinfahrat y que como pasa cerca de Las Torres igual podríais llegar a algún acuerdo con el capitán para que suelte un bote y os acerque al puerto.

-De acuerdo, muchas gracias

Avanzo con paso rápido excitada de que todo salga particularmente bien, después de que Yulan me diga exactamente donde está Irinfahrat pienso en voz alta:

-Genial, si ese el su destino podemos convencer al capitán de comprarles un bote y dirigirnos a Las Torres, el ganará mucho dinero con el viaje y además no perderá su itinerario.

Una vez consigo llegar hasta el capitán con las señas que me proporciona la oficina portuaria observo a la persona:

-Buenos días, necesito llegar hasta las Torres y he oído que pasas por ahí en tu trayecto a Irinfahrat, sé que no aceptas tripulación y es un viaje de mercancías pero necesito ir ahí, ¿cuanto puedo pagarte para que me dejes un bote que me lleve a Las Torres?

Al principio el capitán parece un poco incrédulo ante lo que le proponeis, pero cuando sacas la bolsa y le enseñas las monedas de oro empieza a tomárselo de una manera totalmente diferente.

-Tranquila niña- te dice con tono paternalista- todavía quedan días, y eso si gozamos de viento favorable, para pasar cerca de las Torres, seguro que para entonces hemos llegado a algún tipo de acuerdo.

Embarcais en la burra marina, pues así se llama el barco mercante. Es un navío amplío y de enorme bodega para poder cargar gran número de cajas y materiales. Según os dice el capitán hay poco sitio para el personal ya que la función del barco es la de cargar y descargar mercancías, dejando solo el sitio necesario para la indispensable tripulación que gobernará el barco. Con todo os hacen un sitio, pero teneis que viajar y dormir con el resto de la tripulación, que, como salidos de un cliché andante son duros y escuetos marinos de modales inexistentes y pocas palabras.

Durante el viaje llegais a un entendimiento con el capitán del barco quien accede a mandar una pequeña barca para dejaros en puerto a cambio de una exorbitante suma de oro. Interrogados por el capitán acerca de cómo viaja una mujer y un púber con tal cantidad de oro encima, le respondeis que es parte de una herencia legada por un lejano tío vuestro y que vais camino a la marca para poneros en contacto con su abogado para terminar los trámites de sucesión.

El viaje parece suceder sin grandes acontecimientos y así un día sucede al anterior hasta que llega el momento de embarcaros en una pequeña y, a primera vista, endeble embarcación, que os dejará algo más cerca de las Marcas Grises.

Si teneis algo que preparar o algo que preguntar antes de dar un paso más cerca hasta vuestro destino quizás este sea el momento de hacerlo.

Sin apenas espacio para dormirme y mucho menos para hablar con Yulan de cosas serias, simplemente espero, veo el movimiento de las gaviotas, el ulular del viento y el lento movimiento de las nubes, procuro descansar lo que puedo, al fin y al cabo ayudaría a la tripulación pero sería más un estorbo que una ayuda.

Aprovecho la tranquilidad de la noche para hacer algo de ejercicio en la cubierta y observar el estrellado cielo y el horizonte donde espera mi destino, odio esperar pero no puedo hacer otra cosa.

Espero....

No se os ocurre nada que hacer durante este viaje, y tampoco nada que hacer antes de bajar, así que simplemente os limitais a bajar a la barca y luego dejar que os lleven hasta la ciudad más próxima a las Marcas Grises.

El trato que hicisteis con el capitán incluía algo de comida para poder realizar el viaje que teniais que hacer, así pues ignorais la ciudad más cercana, ya que la criatura os dijo que vuestro destino se encontraba en las marcas. Hacía allí dirigís vuestros pasos, y cuando llegais lo único que veis es una inmensidad de tierra baldía azotada por el sol. ¿Por donde empezar a buscar?

Por lo que sabemos de las Marcas Grises es que son una amplísima estepa, sobretodo en la parte del sur, que es de donde venimos. Debería de haber en esta estepa un conjunto de aldeas muy separadas y poco pobladas, si vamos preguntando por ahí seguro que encontramos algo, al fin y al cabo la población que aquí habita son sedentarios y no deberían de ver a mucha gente nueva, por lo que con suerte no debería de haber pasado muy desapercibido la Voz del Cardenal, sino preguntamos direcciones que nos lleven por las aldeas, y en cada una de ellas vamos preguntando:

-Yulan, haz algún conjuro de detector de vida a largo alcance que nos permita divisar las aldeas cercanas, yo por mi parte mantendré mi detector del Ki por si yo también veo algo.

Avanzais a través de las desérticas Marcas grises. Durante kilómetros no divisáis absolutamente nada. Cada cierto tiempo Yulan vuelve a lanzar un conjuro para detectar fuentes de magia o energía, y Keira por su parte, gracias a su dominio del ki hace lo mismo, sin embargo el resultado es el mismo.

Nada de nada.

Seguís avanzando pues estais seguros de que debe haber algo, por lo que conoceis de la zona allí no hay nada de interés, salvo cinco grietas que simulan los surcos que habría dejado una gigantesca mano que allí se hubiera posado. Al no haber nada puede ser el sitio perfecto para esconderse. Todo esto hace que no os deis por vencidos y que sigais vuestro camino.

Después de un día entero, cuando estais en el centro de la imaginaria mano de las Marcas, Yulan se detiene como paralizado. Intenta avisarte pero en ese momento cae de rodillas empieza a vomitar. Cuando te acercas y le preguntas que le pasa te dice:

-Es... aquí. La mayor fuente de energía mágica que jamás he sentido, su poder es... abrumador.

Examino a Yulan, observo si ha tenido algún tipo de daño físico o si en cambio ha tenido algún tipo de shock mágico, también vuelvo ha lanzar la onda de Ki por si detecto la energía de alguien y entonces le pregunto:

-¿Dónde te duele?, ¿alguien te ha lanzado algo?, ¿qué significa que ésta es la mayor fuente de energía jamás vista?

En arás de la salud de Yulan lo único que observo que me veo capaz de hacer de ayudarle es alejarle, sujetándole y yendo lo más rápido que puedo debería de poder salir de la mano sin ningún tipo de problemas, pese a los efectos negativos que el campo pudiera tener tanto sobre Yulan como sobre mí misma.

Una vez consigo salir del lugar vuelvo ha examinar si Yulan ya se encuentra mejor.

-Ha sido solo la imprensión, lo siento. Por un segundo me he sentido como si mirara directamente al sol, no te puedes hacer una idea de lo que se siente...

>>Hay algo aquí abajo Keira, algo grande, y poderoso. Creo poder hacer aparecer la entrada. ¿Vamos?