SIETE CONSEJOS DE ERNEST HEMINGWAY PARA ESCRIBIR FICCIÓN
Encontré este interesante artículo en inglés a través de Barcepundit.
http://www.openculture.com/2013/02/seven_tips_from_ernest_hemingway_on_how_to_write_fiction.html
Ya sabéis que, en mis ratos libres, me gusta hacer traducciones chapuceras de este tipo de textos. ¡Ya me diréis si encontráis algo que pueda resultaros útil! Y siempre podéis consultar el original más arriba.
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Antes de ser cazador de piezas mayores, antes de ser pescador de aguas profundas, Ernest Hemingway fue un artista que se levantaba muy temprano para escribir. Sus mejores historias son piezas maestras de la edad contemporánea, y su estilo de prosa es uno de los más influyentes del siglo veinte.
Hemingway nunca escribió un tratado sobre el arte de escribir ficción. Sin embargo, sí nos dejó bastantes pasajes en cartas, artículos y libros con sus opiniones y consejos sobre narrativa. Algunos de los mejores pasajes fueron recopilados en 1984 por Larry W. Phillips en un libro titulado "Ernest Hemingway, acerca de escribir". Hemos seleccionado siete de nuestras citas favoritas del libro y aquí las dejamos, junto con nuestro propio comentario. Esperamos que todos, tanto escritores como lectores, las encontréis fascinantes.
1.- Para empezar, escribe una frase que sea verdad.
Hemingway tenía un truco muy sencillo para superar el bloqueo del escritor. En un pasaje memorable de "París era una fiesta", escribe:
"En ocasiones, cuando estaba empezando una nueva historia y no podía ponerla en marcha, me sentaba delante del fuego y estrujaba la piel de las mandarinas sobre el filo de las llamas y contemplaba el chispazo azul que provocaban. Me ponía de pie y miraba por encima de los tejados de París y pensaba: "No te preocupes. Siempre has escrito antes y ahora volverás a escribir. Todo lo que tienes que hacer es escribir una frase verdadera. Escribe la frase más verdadera que conozcas." Así que al final escribía una frase verdadera, y luego seguía a partir de allí. Fue sencillo entonces porque siempre había una frase verdadera que yo conocía o había visto o había oído de alguien. Si intentaba escribir algo elaborado, o como alguien que estuviera enseñando o presentando algo, descubría que podía cortar ese rollo u ornamento y tirarlo y empezar con la primera sencilla frase declarativa verdadera que había escrito."
2.- Termina siempre ese día mientras todavía sepas qué va a pasar después.
Hay una diferencia entre detenerse y secarse. Para conseguir un progreso estable, tener que cumplir una cuota diaria de palabras era mucho menos importante para Hemingway que asegurarse de no vaciar nunca el pozo de su imaginación. En un artículo de octubre de 1935 en la revista Esquire ("Monólogo con el Maestro: una carta en alta mar"), Hemingway ofrece este consejo a un joven escritor:
"La mejor manera siempre es detenerse cuando vas bien y cuando sabes qué va a pasar después. Si haces eso cada día cuando estás escribiendo una novela nunca te quedarás atascado. Ésa es la cosa más valiosa que puedo contarte así que procura recordarla."
3.- Nunca pienses en la historia cuando no estés trabajando.
Partiendo de su anterior consejo, Hemingway dice que nunca hay que pensar en una historia sobre la que estás trabajando antes de haber vuelto a empezar el día siguiente. "De ese modo tu subconsciente seguirá trabajando en ello todo el tiempo", escribe en el artículo de Esquire. "Pero si estás pensando en ello conscientemente o te preocupas por eso lo matarás y tu cerebro estará cansando antes de que empieces". Entra en más detalles en "París era una fiesta":
"Cuando estaba escribiendo, para mí era necesario leer después de haber escrito. Si sigues pensando en ello, pierdes la cosa que estabas escribiendo antes de que puedas ponerte con ello al día siguiente. Era necesario hacer ejercicio, estar cansado físicamente, y era muy bueno hacer el amor con quien amabas. Eso era mejor que cualquier cosa. Pero después, cuando estabas vacío, era necesario leer para no pensar o preocuparse por tu trabajo hasta que pudieras hacerlo otra vez. Ya había aprendido a no secar nunca el pozo de mi narración, sino detenerse siempre cuando todavía había algo en la parte profunda del pozo, y dejar que se rellenara por la noche con el manantial del que brotaba."
4.- Cuando sea momento de volver a trabajar, empieza siempre leyendo lo que has escrito hasta ahora.
Para mantener la continuidad, Hemingway convirtió en un hábito el releer lo que ya había escrito antes de seguir adelante. En el artículo de 1935 en Esquire, escribe:
"Lo mejor es leerlo todo desde el principio cada día, corrigiéndolo mientras avanzas, y entonces continuar desde donde paraste el día anterior. Cuando sea tan largo que no puedas hacer esto cada día, relee dos o tres capítulos a diario; y entonces léelo todo desde el principio cada semana. Así es como consigues que sea de una sola pieza."
5.- No describas una emoción: hazla.
Observar de cerca la vida es vital para escribir bien, decía Hemingway. La clave es no sólo observar y escuchar con atención los acontecimientos externos, sino también darse cuenta de las emociones que surgen en ti por esos eventos y luego rastrearlos e identificar exactamente qué causó esa emoción. Si puedes identificar la acción o sensación concreta que causó la emoción y presentarla con precisión y nitidez en tu historia, los lectores sentirán la misma emoción. En "Death in the Afternoon", Hemingway escribe sobre sus primeros intentos para aprender esto:
"Estaba intentando escribir entonces y me di cuenta de que la mayor dificultad, además de saber realmente qué sentiste y no qué se supone que tenías que sentir o qué te enseñaros a sentir, era poner lo que realmente ocurrió; cuáles fueron las cosas que de hecho produjeron la emoción que experimentaste. Escribiendo para un periódico cuentas lo que ocurrió y, con un truco y otro, comunicas la emoción ayudado por el elemento temporal, el cual da cierta emoción a cualquier relato de algo que ha ocurrido ese día; pero lo auténtico, la secuencia de movimiento y hecho que creó la emoción y que debería ser tan válida en un año como en diez o, con suerte y si la has mantenido lo suficientemente pura, para siempre, era algo que yo desconocía por mucho que me esforzaba en conseguirlo."
6.- Usa un lápiz
Hemingway usaba a menudo una máquina de escribir cuando redactaba letras o artículos para revistas, pero para obras serias prefería un lápiz. En el artículo de Esquire (que muestra señales de haber sido escrito a máquina), Hemingway dice:
"Cuando empiezas a escribir tú lo tienes todo y el lector nada. Así que puedes escribir a máquina porque así es mucho más fácil y así disfrutas mucho más. Cuando has aprendido a escribir tu único objetivo es hacer que todo, cada sensación, visión, sensación, lugar y emoción converjan en el lector. Para conseguirlo, tienes que trabajar lo que escribes. Si escribes con un lápiz consigues tres visiones distintas de ello para ver si el lector va a obtener lo que tú quieres. La primera, cuando lo relees; luego tienes otra oportunidad de mejorarlo cuando lo tecleas, y otra vez al revisarlo. Empezar escribiendo a lápiz te da un tercio más de posibilidades de mejorarlo. Eso es un 0.333, una media condenadamente buena. Así también mantienes la fluidez más tiempo y puedes mejorarlo más fácilmente."
7.- Sé breve
Hemingway siempre era condescendiente con los escritores que, como él decía, "nunca aprendieron a decirle que no a una máquina de escribir". En una carta de 1945 a su editor, Maxwell Perkins, Hemingway escribe:
"No fue casualidad que el discurso de Gettysburg fuera tan corto. Las leyes de la escritura en prosa son tan inmutables como las del vuelo, las de las matemáticas, las de la física."