LEÓN (EL PROFESIONAL)
La mítica película de Luc Besson.
Francia, los 90. Algo más de 90 minutos. Color.
Acción-comedia (típico estilo de Luc Besson).
Intérpretes: Jean Reno, Gary Oldman y una joven Natalie Portman (¡tenía sólo 12 años y hay que ver cómo actúa!).
León (Jean Reno) es un profesional. Trabaja como limpiador, o lo que es lo mismo, asesino a sueldo. Es un hombre silencioso, de pocas palabras. Analfabeto, sólo bebe leche y cuida de su planta en sus ratos libres. Su vida es rutinaria y tranquila (tratándose de la vida de un asesino a sueldo), y le gusta que sea así.
Sin embargo, sus esquemas se vendrán abajo cuando entre en escena Matilda (Natalie Portman), una niña proveniente de un ambiente conflictivo que necesita la ayuda de León. Éste la tomará bajo su protección, estableciéndose una especie de simbiosis entre ambos. Será entonces, cuando León se dé cuenta de que la vida ofrece mucho más de lo que él creía, que realmente merece la pena disfrutarla…
A todo esto, una amenaza se cierne en el horizonte, bajo la forma humana de un desquiciado agente corrupto (Gary Oldman) que tarde o temprano se cruzará en la vida de nuestros protagonistas…
La película tiene ese estilo característico de los films de Luc Besson: la muerte es una constante, pero también hay lugar para momentos cómicos y entrañables. Los personajes son absurdos e irreales, pero sólidas interpretaciones consiguen que sean entrañables y cercanos (Reno) o simplemente terroríficos (Oldman).
La rama avanza a buen ritmo, entre secuencias de acción (originales en su planteamiento, impactantes en cuanto a montaje y estética, pero algo confusas en su desarrollo) y secuencias más íntimas y entrañables. Estas últimas, para mí, son el gran acierto del film: la comicidad resultante del contraste entre el desconcertado asesino a sueldo y la espabilada niña no tiene precio y le pone a uno una sonrisa en los labios.
Mención especial merece la interpretación de un Gary Oldman en estado puro: malvado a más no poder, chalado, histriónico, melómano, drogadicto y absolutamente desequilibrado… No puedo evitar pensar que hay algo de Joker en él.
Las situaciones y la trama en sí pueden ser poco creíbles o deliberadamente absurdas, pero eso es lo de menos. Con Luc Besson, uno se sumerge en la historia (ayuda el buen pulso narrativo) y no le da más vueltas a la cabeza. No sé cómo lo consigue. ¿Quizás sus ideas nos impactan de tal modo que nos vemos abocados a su realidad, a su modo de ver las cosas, y por tanto el curso de los acontecimientos nos resulta hasta cierto punto lógico? Podría ser.
Desde luego, uno se entretiene y pasa un buen rato con una película que técnicamente cumple con creces, tiene una buena banda sonora y goza de tres grandes interpretaciones y una multitud de secundarios que desempeñan sus papeles con convicción.
El final merece la pena. Da gusto ver acabar así un largometraje. Un día después, la canción de los créditos todavía resonaba en mi cabeza.
Puede que sea la mejor película de Luc Besson. Marcó la línea que posteriormente seguiría “El Quinto Elemento”, otra de sus grandes obras que incluye algunos guiños a ésta que nos ocupa.
Se trata, pues, de una buena historia que consigue que nos desprendamos de nuestros prejuicios y, sencillamente, disfrutemos como enanos.
Tema: LEON (El Profesional) 
Sáb Sep 13, 2008 6:16 am
