La Batalla de Argel

LA BATALLA DE ARGEL



¿Italiana? Años 60. B/N. 2 horas. Bélico-documental. Intérpretes desconocidos. Sólo me suena Ennio Morricone, que pone la música (no está mal, es decente y algunos temas son pegadizos).

Argelia, Argel. Años 50: cuando el país aún es una colonia y la capital está dividida en “la ciudad europea” (franceses) y una especie de guetto llamado “la casbah” (argelinos). El joven Alí es arrestado por algunos delitos de poca monta. En la cárcel, ve cómo ejecutan a un miembro del Frente de Liberación Nacional (FLN), que en aquel entonces comenzaba a clamar por la independencia de Argelia.

Cuando Alí sale de la cárcel un par de años después, se pone en contacto con el FLN, y participa directamente en su desarrollo; empezando con la propaganda y terminando con los sangrientos atentados terroristas que desembocan en la llegada a Argelia de las tropas características, la élite del ejército francés dispuesta a acabar con la amenaza que supone el FLN.



Parece que la historia de esta producción es la siguiente: un italiano borracho llegó a Argelia poco después de que ésta hubiera conquistado su independencia. Le gustó lo que vio, se puso en contacto con líderes del FLN y terminó rodando esta película…

Aunque pretende mostrar el conflicto de manera objetiva, es obvio que este film con pretensiones de documental da una visión más favorecedora de los argelinos que de los franceses. Por otro lado, su pretendido realismo no casa bien con ciertos detalles técnicos que le restan credibilidad al asunto.

En lo que respecta a la “historia”, ésta es más o menos como sigue.
-Los argelinos viven en su propio país como ciudadanos de segunda clase, despreciados por los ocupantes extranjeros. Malditos gabachos. Grrr…
-El FLN comienza intentando establecer diálogos con los franceses para obtener la independencia; pero ante la falta de interés de éstos (prefieren que las cosas se queden tal y como están), el FLN se decanta por los atentados contra la autoridad.
-El primer objetivo es convertir la casbah en un refugio seguro, de modo que el FLN opta por limpiar el lugar de soplones, drogadictos, prostitutas y chulos. Así, los honrados y bien dispuestos musulmanes quedan enfrentados a unos extranjeros arrogantes y prepotentes que no piensan atender a sus demandas.
-El FLN comienza a matar a agentes de la autoridad: gendarmes, guardias territoriales… “Militares franceses”. Sólo utilizan armas de fuego, y sus objetivos nunca son civiles.
-A los franceses se les va la pinza, ponen una bomba en la casbah y se cargan a un montón de argelinos, incluyendo mujeres y niños.
-El FLN, con gran dolor de su corazón, no tiene más remedio que ponerse a masacrar también mujeres y niños franceses, para demostrar que ellos no van a quedarse cortos.
-Intervienen los paracaidistas y la espiral de violencia sigue creciendo…

En lo que respecta a la técnica, no nos engañemos: el estilo documental, unido al B/N, resulta en ocasiones soporífero, lo que hace recomendable ver la película, en su caso, por partes. Los atentados con armas de fuego son muy falsos: nosotros, con unas pistolas de juguete, podríamos haberlo hecho mucho mejor. Se nota el maquillaje en los actores y éstos sobreactúan. Además, salvo excepciones, cuesta distinguir a unos personajes de otros y resulta difícil (si no directamente imposible) sentir empatía con alguno de ellos.

A pesar de todo, la espiral creciente de violencia y tensión resulta interesante durante la primera hora del film. Sin embargo, durante la hora restante, la trama se estanca; da la impresión de que las mismas situaciones se repiten una y otra vez, lo que resulta demasiado cargante. Hay conversaciones y momentos interesantes: unas argelinas poniendo bombas para perpetrar masacres, un oficial francés justificando las torturas y defendiéndose de las acusaciones de “nazi” y “fascista”… Sin embargo, unos escasos momentos de interés no bastan para disipar el oscuro sopor que termina invadiendo al espectador.

Conclusión - Son requisitos imprescindibles para ver la película y disfrutar con ello:
1) Estar especialmente interesado en el tema.
2) Tener paciencia y tiempo libre de sobra.
3) Odiar a los franceses.

PD – Sé lo que estaréis pensando… Y no, no odio tanto a los gabachos como para que la película me haya gustado.