El martes suelo madrugar, para darle un último repaso a la materia, antes de las cuatro horas intensivas que me tocan después en la academia... con lo que el resto del día me quedo bastante hecho polvo; y una cosa es tomar unas tapas o ver una película, y otra hacer botellón después de las doce de la noche, y más con el frío y la lluvia que están acompañando estos días de puente...
Espero no haberos desanimado; si vosotros podéis y queréis, ¿por qué no ibais a hacerlo?
Además, sabéis que, de todas formas, durante este último tramo de mis oposiciones, tendré que hacer unos cuantos sacrificios. Lo digo para que lo tengáis presente, en lo sucesivo. No podré estar siempre en todas y cada una de las quedadas, así que iros haciendo a la idea de hacer algunos planes sin contar conmigo.