Decididos todavía a llegar a vuestro destino, y sin darle gran importancia a la inmensa "suerte" que habeis tenido de volver a recuperar todas vuestras cosas marcháis hacia la enorme fortaleza de Kainkasutur, que ya se alza imponente ante vuestra vista.
Al montar comprobáis que, por lo menos, el espejo y las cartas siguen allí, y así es. Todavía no sabeis porqué pero presentís que son objetos de enorme importancia, y que vuestra aventura entera se torcería si los perdiérais....