Brevemente...
Sería interesante decantarse por la Game Boy, con la que pasé muy buenos ratos cuando era pequeño (y no tanto). ¡Anda que las partidas que me echaba con mi hermano al Tetris! Menudos piques. Y el Kirby era muy bueno, sí señor. Y el Super Mario Land 2, e incluso el Wario Land, pero no sus infames continuaciones... cuando el prota no puede morir, la cosa pierde bastante.
Pero faltaba algo. Casi todos los juegos que tenía eran plataformas... ¡Y sentía que, en algún lugar, había algo esperándome!
Y llegó la N64.
Recuerdo que me la echaron por Reyes, hace ya la tira de años. Y recuerdo cómo me impactó el Super Mario 64... ¡Un plataformas en 3D! ¡Joystick analógico con el que poder mover al personaje en cualquier dirección! No había experimentado antes con nada parecido.
Oh, y otro juego que me echaron los Reyes fue el Super Mario Kart 64... ¡A éste he jugado más que al otro! También con mis hermanos, con unos piques todavía más reñidos (en el buen sentido) que cuando jugábamos al Tetris. Fabuloso.
Ya puestos en plan "abuelito contando batallitas", sólo rememorar algunos juegos más...
El Zelda 64, que reservé en el Corte Inglés, en el puesto nº 5 de una lista... ¡Y el día del estreno llegaron justo 5 juegos! Por los pelos. Aquel mismo viernes (sí, era viernes) pude comenzar a manejar a Link por el Bosque Kokiri, y luego mucho más allá... Puede que no todos seamos de la misma opinión, pero a mí este pedazo de juego me emocionó; la historia, y sobre todo los jefes finales, son inolvidables...
Pero hay un juego que lo cambió todo para mí. Desde entonces no volví a ser el mismo. Una sola palabra.
Goldeneye.
Fue entonces cuando descubrí lo maravilloso que podía llegar a ser un first person shooter. Todavía recuerdo los primeros instantes en la presa, cuando tienes que enfrentarte a algunos centinelas rusos con tu fiel pistola con silenciador... y todo lo que venía después: más escenarios, más armas, más enemigos... Joder, creo que he jugado tanto al Goldeneye que todavía podría deciros dónde está cada enemigo en cada fase... Meterte dentro del juego, avanzar haciendo frente a oponentes relativamente inteligentes (para la época), todo esto en un ambiente bastante realista... eso sí que no lo había vivido yo antes. Bueno, puede que antes hubiera jugado al Wolf 3D; pero aquello no era lo mismo, claro.
Y toda mi afición por los FPS (incluyendo los ambientados en la WWII, claro) vino de allí, precisamente: Delta Force, Rainbow Six, Hidden & Dangerous, Medal of Honor... y así, hasta el relativamente reciente Call of Duty, por ejemplo.
Es por ello que elijo la N64 como la consola que más me marcó. No olvidaré votar en la encuesta.
PD: ¿Realmente creíais que esto iba a ser "breve"? Ingenuos... ¡Eh! Es broma, no os mosqueéis conmigo, por favor.